lunes, 28 de noviembre de 2011

III Carrera Ponle Freno

Aquí va la tocho-crónica...

Parece mentira que sean solo las 8:00 de la mañana de un domingo. El metro va tan abarrotado como un lunes en hora punta. La marea de corredores que se dirige al Retiro inunda los vagones y los pasillos.

Con antelación suficiente llego al Paseo de Coches. El ambiente es total. Cotilleo un poco en busca de famoseo pero no encuentro a nadie conocido. Visita de rigor al baño. Se aproxima la hora de comienzo y todavía estoy allí esperando a entrar. La chavala que está delante pregunta la hora nerviosa: tranqui, todavía quedan 12 minutos para el empiece oficial.

Toca ya situarse en el cajón correspondiente. Como es costumbre me pongo más allá del globo que señala los 60 minutos. Hoy no hay carrerita de calentamiento; me vale con unas rotaciones de tobillos, rodillas y caderas  en el sitio. Y unos saltitos nerviosos. Me voy metiendo en el ambiente. Y el frío se va metiendo en el cuerpo: no hay dolor, pienso.

Dan las 9:00h y allí no se mueve ni el Tato. Tampoco se oye la megafonía, por lo que no sabemos si ya se ha dado la salida. Finalmente, la marea verde comienza a moverse. A las 9:16 paso por la línea de salida.

Salga lo que salga. Ese es mi pensamiento. Pero que salga bien, que traducido quiere decir, "a disfrutar". 

Buen comienzo. A pesar de la multitud no voy agobiada. Tengo hueco para correr a mi ritmo.

Entre la emoción del comienzo y que la primera parte de la carrera es de bajada, los dos primeros kilómetros caen rodados. Me acuerdo entonces de la gente del foro y de ir tranquila hacia abajo. Me acuerdo de mi novatada de la vez anterior. Sin embargo voy disfrutando. 

Seguimos bajando y llegamos al kilómetro 3, por la zona de Atocha. Estamos cerca de la bifurcación de las 2 carreras. Subimos todos por Alfonso XII pero a la gente que corre los 5km les toca volver a entrar al Retiro por la cuesta del Ángel (lo siento por ellos, jejeje). Los de los 10km continuamos hasta "Mírala, mírala, mírala, La Puerta de Alcalá". En esta parte, salvo el primer tramo, es todo subida. Así que me acuerdo entonces de intentar subir con pasitos cortos, aguantando. Y no va mal la cosa. 

En el km 4 nos cruzamos con unos turistas chinos  que entusiasmados nos saludan y graban. Algunos devolvemos el saludo a la cámara. Pequeño subidón de adrenalina.

La Puerta de Alcalá nos espera!! En el recorrido me sorprende un chavalin que va adelántandonos a todos. Va con algún adulto y cuando coge cierta distancia se para a esperar. Así una vez tras otra: vaya portento. Este dentro de poco ganador absoluto 

Próxima parada: bajada a Cibeles. Alucinante!! Los primeros ya vienen de vuelta subiendo por la C/ Alcalá. Saludamos a la Diosa madrileña y madridista y nos metemos por Recoletos. Hasta el km 6,5 aprox. toca subir. 
Pasamos por el km 5 y no hay avituallamiento se ha acabado con los que han pasado primero: UN CERO PARA LA ORGANIZACIÓN. A mí no me importa porque estoy acostumbrada a no beber durante la carrera, pero hay gente que sí y lo echa en falta.

La subida, aunque no demasiado pronunciada es larga y hay gente que se va quedando. Pasamos por el km 6 pero ya voy pensando en el km 7, cuyo arco se ve a lo lejos. Y con esa meta tiramos pa´lante. Llegamos por fin arriba del todo. Ahora a bajar "relajada". 

Y a partir del km 8 es donde más he disfrutado, donde más nos ha animado la gente. Voy aplaudiendo a los que nos aplauden, aunque sean voluntarios. 

En la vuelta por Cibeles hay una mujer afro-americana animando con todas sus fuerzas, increible, a grito pelado, en inglés. Hasta choca la mano con alguien que corre delante de mí. Bravo por ella. Aplausos. 

Estamos en subida y, aunque verdaderamente no hay mucha gente, los poquitos que hay nos suben con sus ánimos. En la Puerta de Alcalá otro montón: entre ellos una señora mayor que nos alienta y nos avisa de que el kilómetro 9 lo tenemos poquito más arriba. No puedo por más que aplaudir también y dar las gracias a gritos. Subidón! Subidón!! Y cuesta arriba!!

Kilómetro 9 alcanzado y entrada otra vez al Retiro. Ahora a darlo todo, como siempre, a apretar lo que se pueda hasta la meta. Corriendo a todo correr. Sin fijarme en pulsaciones, ni ritmo ni nada. Total, ni que 800 metros de sprint fueran mucho 

El arco de llegada cada vez más cerca, pero coñ.. que lejos todavía. Trescientos, doscientos, cien, cincuenta... Y por fin, llegada a meta!! Y entro sonriendo y abriendo los brazos para la foto, como si hubiera sido la ganadora.

A la izquierda de la imagen, levantando los brazos

La alegría no me cabe en el cuerpo. No por el tiempo, si no porque he corrido a gusto, sabiendo hacer mi carrera. GRACIAS A TODOS LOS ME HABÉIS DADO BUENOS CONSEJOS DURANTE ESTOS DÍAS ATRÁS.

Lo mejor: 

En general todo el ambiente durante toda la carrera.

Lo peor: 

Que la organización, de alguna manera nos haya hecho de menos a los que vamos más lentos al no haber agua a nuestro paso por el kilómetro 5.
Que algunos runners no sepan que las cáscaras de plátano  resbalan, y las tiren al suelo. Esto no tiene excusa, la carrera ya había terminado. Aunque no hubiera papeleras en esa zona lo normal es esperarse y tirarlas fuera. Tampoco cuesta tanto. Mi pequeña crítica también para ellos.

lunes, 7 de noviembre de 2011

V Carrera Solidaria BBVA

Vamos con las impresiones de la carrera con la que tanto he dado la lata durante el último mes.

A las 6:00am suena el despertador aunque llevo despierta 15 minutos dando vueltas en la cama. Todo preparado desde la noche anterior.

Salgo de casa con mucha antelación. Una pequeña bofetada de frío me sacude la cara y me hace pensar si de verdad no tengo un punto de locura. 

Antes de las 8:00am ya estoy en la zona de la salida, demasiado pronto, pienso. Lo primero que hago es ir a recoger el chip, primera novedad para mí: copio a los que tengo alrededor y lo coloco como buenamente se en la zapatilla. El ambiente runero se empieza a palpar. Todavía es pronto. Aprovecho para ir al baño. 

Poco a poco el Paseo de la Castellana se va llenando de gente. Mi sufrida madre, que ha estado a punto de quedarse calentita en la cama finalmente me acompaña hoy también. Buscamos una cafetería abierta para hacer tiempo. Nada. Todas cerradas. Se aproxima la hora de la salida y tengo necesidad de volver al baño. Por lo que compruebo también hay otras muchas runners-nervioso-meonas.

8:45am. Voy a tomar posición en la cola de la salida, en el último cajón, el de 60min. Antes, me pego un trote recochinero para entrar en calor. Carrerita pa'rriba, carrerita pa'bajo. 

8:55am. Todo listo para empezar. Saltitos nerviosos. Tengo los pies helados. A ver si dan la salida de una vez...

A las 9:02am según el Garmin que estreno hoy comienza la carrera para los que están al principio de la cola. 4 minutos después los de mi cajón pasamos por la alfombrilla de salida. Aplauso generalizado.

El ritmo es lento en la salida. 12000 corredores son muchas patas. Casi sin darme cuenta llegamos al km 1. Entre la multitud de corredores se abre algún hueco pero más bien pequeño. Todavía vamos todos demasiado juntos.

Llegamos a Juan Bravo y cae el km 2. Nos acercamos ahora a Velazquez donde está el primer repecho pequeño del recorrido. Lo afronto sin demasiados problemas. El siguiente giro es para tomar Diego de León, también en ascenso. Corro cerca de un padre despistado que va con sus hijos y que se hacía a la idea de que empezábamos a bajar. Sorry, pequeño chasco para él, aunque no por mucho tiempo. 

Enseguida llegamos a Príncipe de Vergara y ahora sí que es todo cuesta abajo Del paso por el km 3 no me había dado cuenta si no es porque suena el aviso del Garmin.

Bajo rápida (quizá demasiado para mí, pienso ahora) hasta llegar a O´Donnell (km 4) donde los corredores de 5km giran. Los de los 10km seguimos por Menéndez Pelayo, que también es bajada. No me noto cansada, pero sí nerviosa porque el pulsómetro lleva un rato pitando ya que estoy o sobrepaso ligeramente las 167ppm. En qué hora pondría la alarma... pienso. Busco la opción para apagarla. Imposible sobre la marcha: demasiado difícil para dar con ella teniendo en cuenta que todavía no estoy familiarizada con el cacharro.
Decido entonces frenar un poco para que el chisme se calle. 

En el km 5 está en avituallamiento. Cojo una botella de agua y pego un par de sorbos (no se porqué si yo no bebo nunca en los entrenamientos, será por copiar a la gente). Me da cosa tirar la botella y la llevo conmigo durante el resto de la carrera.

Alcanzo el km 6. Me noto bien, aunque de vez en cuando vuelve a sonar el aviso de las pulsaciones. En este tramo me dejo llevar por la euforia y como es bajada el siguiente km lo hago a toda leche (si por toda leche se puede considerar a 5,51). Craso error!! Me doy cuenta ahora que tenía que haber aprovechado ahí para recuperar pues lo peor de la carrera está entre el km 7 y el 8.

Lo sé de sobra. Hasta he soñado con ello. Llega la primera gran "cuesta", la de Alfonso XII. Despacito, dice alguien. Vale, despacito pienso yo. La afronto como buenamente puedo. Y casi cuando estoy llegando arriba del todo el soniquete del pulsómetro puede conmigo. Lo miro, 178ppm. Me asusto, me noto entonces excesivamente cansada. Y decido comenzar a andar. Se me ha juntado todo: el miedo a la cuestas, el no haber bajado el ritmo antes, la sensación de agobio por las pulsaciones y en cansancio, que es aquí donde lo he empezado a notar. 

Por suerte hay algunas personas más que también han comenzado a andar, lo que hace más llevadera la situación.

Y tomamos ya la cuesta del demonio. Justo a la entrada del Retiro hay algunas personas animando "Venga chicas, que ya no os queda nada!!!". Eso me da ánimos para hacer el intento de correr. Pero la cuesta es muy larga. Prefiero seguir andando hasta recuperar un poco más. Por un momento he llegado a pensar que voy a desfallecer y no voy a acabar la carrera. Lo estoy pasando peor de lo que pensaba. 

Pero poco a poco las pulsaciones se normalizan algo y ahora sí decido volver a trotar. Despacito, hasta llegar al final de la cuesta. Eso hago. Me ha costasdo, pero al final he llegado. 

Los 2 últimos kilómetros son más o menos llanos o en ligera bajada. Ahora sí tengo que recuperar un poquito para llegar dignamente a la meta.

Entre el kilómetro 8 y el 9 vuelvo a ir a mi ritmo. Llegando al 9 una runner nos anima a las que vamos alrededor "venga que ya solo queda uno", "uno y una poll..", contesta otra, "bueno, la poll.. es lo que nos queda hasta el 9 y luego ya solo uno". Por lo menos sirve para echar unas risas por la espontaneidad. 

El tramo final de la carrera coincide con el que ya hice en la del niño. Me vuelvo a ver animada y aprieto un poquito. Llevamos un rato oyendo la megafonía de la meta y eso ayuda. Y como si los 9,5km no pesaran, tomamos la recta final. Comienzo a esprintar al comienzo del Paseo de Coches. Quiero llegar de una vez. Paso de los pitidos del pulsómetro y del cansancio acumulado. Pero leche!! que largo es esto!! Si la otra vez hice lo mismo, pienso. Claro, la otra vez había corrido la mitad.... así que tengo que bajar un poco el ritmo porque es demasiado. Además, hay 2 arcos en la recta final, separados por unos 50m. Y la meta está en el segundo. Y por fin, como muuucho esfuerzo, piso con todas mis fuerzas la alfombrilla de llegada.

Buff, estoy cansada como nunca. Con más sufrimiento del que quería he conseguido llegar a la meta. Paro el garmin con el hilo de energía que todavía me queda: 1h, 5m y 20seg. 


Me apena decir que no ha sido lo que esperaba. Lo he pasado muy bien hasta más de la mitad de la carrera, pero también lo he pasado muy mal en tan solo 1 km. Y me da rabia darme cuenta ahora que no lo he hecho bien. Por muy bien y muy cómoda que haya ido en todas las bajadas tenía que haber ido más suave y posiblemente habría llegado algo mejor. Mirando los datos ahora tranquilita puedo ver que el tiempo que he estado andando han sido solo 48seg, pero que a mí se me han hecho eternos.

Se me ha juntado todo: mi neura con las cuestas, mi neura con las pulsaciones y el cansancio que me ha venido de golpe. 

Ni que decir que una de las primeras cosas que he hecho al acabar ha sido apagar la alarma del garmin.